Tratato de Kyoto, petróleo y EE.UU.
Tratado de Kyoto
Y el mundo se calentó
con tanta emisión
de contaminación.
Los cuerdos se preguntaron,
¿cuál será la solución?
El libre comercio devastador
dijeron, es la perdición.
Y con tanta presión,
a los países se obligo
a disminuir las emisión
de su contaminación.
Y un tratado se firmó,
surgiendo así, en Kyoto, Japón,
el acuerdo de reducir la emisión
de tanto gas contaminador.
Pero Estados Unidos dijo:
no me importa,
y el tratado no firmó,
pues prefiere
del mundo la extinción,
antes que perder
un dólar de su producción.
Petróleo
Dicen que es el oro negro,
quizá por eso
más se parece
a la negra peste.
Su explotación ha dejado
muerte, humo negro,
tóxico y maloliente.
Lo extraen de las entrañas
de la madre tierra
y luego te lo venden
en plásticos y diseles,
gasolinas y únceles.
Aquel país que lo posea
está propenso
a que Estados Unidos
lo intervenga
declarándole la guerra.
Ya son muchas
las muertes que esto cuesta
ya sea por los humos venenosos,
los derrames en las aguas
o las balas y bombas
en su nombre disparadas.
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